sábado

Me parece increíble cómo pasa el tiempo. Todavía me acuerdo de cuando era una enana y me costaba andar en bicicleta sin rueditas, sin ayuda de mamá o papá y que lloraba como si le estuvieran cortando un brazo cuando se caía y se lastimaba las rodillas. Todavía me acuerdo de las personas que pasaron por mi vida y dejaron huellas, heridas, cortes pequeños y también heridas que todavía no cicatrizaron. Y después de todo, seré esa pequeña, sonriente, que no se cansa de ver la vida de otra manera que no sea rosa, que cree en el amor pero no en las hadas, que cree en la amistad a la distancia, que cree en ti, en mí, en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario